Cómo limpiar tus zapatillas de Running

Cómo limpiar tus zapatillas

Después de un arduo entrenamiento, finalmente llegamos a casa empapados y cubiertos de barro. Aunque nuestras zapatillas de último modelo han resistido perfectamente las exigencias, lamentablemente han perdido su brillo y se ven en muy mal estado debido al intenso uso que les hemos dado.

Las hemos llevado por caminos polvorientos, a través de barro y charcos, y ahora parecen estar en condiciones deplorables. Si bien la opción más fácil sería simplemente ponerlas en la lavadora, esto sería un error, ya que podríamos dañar los materiales de las zapatillas y afectar negativamente las cualidades de su tecnología.

Entonces, ¿Qué podemos hacer para limpiarlas adecuadamente?

La mejor opción es sumergirlas en un barreño con agua templada y agregar un poco de jabón neutro. Debemos dejarlas en remojo durante aproximadamente media hora para ablandar la suciedad incrustada.

Una vez transcurrido este tiempo, usando el mismo barreño con agua, podemos frotar suavemente las zapatillas con un cepillo de cerdas suaves. Es importante evitar el uso de un cepillo de esparto, ya que esto podría causar deshilachados. Después de esto, las sacamos del agua y las enjuagamos bien, ya sea con una manguera, en la ducha o en un lavadero.

Si observamos que están limpias, es momento de secarlas correctamente. Sin embargo, debemos evitar exponerlas directamente al sol o colocarlas cerca de una fuente de calor, ya que esto podría deformarlas. Lo ideal es ponerlas a secar a la sombra, en un lugar seco, e incluso podemos rellenarlas con papel de periódico para ayudar a absorber la humedad. Las plantillas y los cordones pueden lavarse en la lavadora sin ningún problema.

Ahora solo nos queda esperar pacientemente a que se sequen por completo para poder salir nuevamente y disfrutar de kilómetros de carrera.

¡Corre con confianza y estilo con unas zapatillas relucientes como nuevas!

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